lunes, 21 de noviembre de 2011

¡Qué interesante el sistema electoral español!


PP con 11.000.000 de votos, 186 diputados.
PSOE con 7.000.000 de votos, 110 diputados.
IU con 1.700.000 votos, 11 diputados.
AMAIUR con 350.000 votos, 7 diputados.
UPyD con 1.000.000 de votos, 5 diputados. 
PNV con 320.000 votos, 5 diputados. 

Y así podríamos seguir. 
Una simple y básica división nos muestra que hay: 
  • Un diputado del PP por 60.000 votos aproximadamente. 
  • Un diputado del PSOE por 64.000 votos. 
  • Un diputado del nacionalismo vasco por 64.000 votos. 
  • Un diputado de IU por 150.000 votos.
  • Un diputado de UPyD por 200.000 votos


Resulta raro, muy raro, el concepto de proporcionalidad que manejan en el Reino de España. Seguro que los catedráticos ibéricos tienen muchas explicaciones, fundamentalmente relacionadas con la conformación autonómica y provincial. Pese a las mismas, se hace difícil vencer la presunción de que estamos en presencia de un sistema diseñado para favorecer el bipartidismo, sobrerepresentar algunas expresiones nacionalistas y rurales y subrepresentar el voto de los grandes centros urbanos, impidiendo así la consolidación de terceras fuerzas estatales con posibilidades de discutir la conformación de mayorías gubernativas.
Esto me lleva a una pregunta: ¿qué queda del parlamentarismo y sus "bondades" cuando el mismo se complementa con un sistema electoral como el español?

1 comentario:

Anónimo dijo...

El post me disparán varias preguntas.
1) ¿No es hora ya de discutir el concepto de representación?
2) La victoria de la derecha en España coincide con el movimiento de indignados. ¿Cómo articular el acontecimiento no esperado con su institucionalización sin que en el proceso pierda fuerza sino revolucionaria, renovadora?
3) Cuando el ex gobierno griego intento un referendum se lo acusó de irresposable y se vio obligado a retroceder.¿De qué hablamos cuando hablamos de democracia?Mientras tanto en Italia asume el gobierno un burocrata del sistema